DSalud // Número 20 /// por José Antonio Campoy
¿Sabía que las características de nuestro rostro dejan entrever nuestra personalidad, nuestras capacidades y aptitudes, nuestro tono vital y la manera con que afrontamos la vida, si somos optimistas o pesimistas, si somos o no sinceros, si actuamos con altruismo o nos corroe el egoísmo... además de muchas cosas más? Pues todo ello es posible gracias a la Morfopsicología, una disciplina de la que en España se conoce más bien poco.
La Morfopsicología intenta abrirse paso en el mundo académico desde años. En Francia ya ha llegado a la Universidad como disciplina; en España se imparten cursos pero sólo en una escuela privada de Barcelona por Julián Gabarre Mir, diplomado en Morfopsicología y Profesor Agregado de la Société Française de Morphosychologie, estando considerado uno de los mayores expertos del mundo.
Pues bien, Julián Gabarre acaba de editar en Flumen una obra que va a permitir a quienes no dominan la lengua de Moliere introducirse por fin en una disciplina a la que cabe augurarle un futuro prometedor. La obra -El rostro y la personalidad- es un excelente manual plagado de ilustraciones explicativas que hacen realmente sencilla y amena la comprensión de los fundamentos de esta nueva ciencia. Y por tal motivo quisimos hablar con él.
-¿Qué es exactamente la Morfopsicología?
-Una disciplina que permite conocer la personalidad de cualquier persona -su inteligencia, carácter, aptitudes y actitudes- a través de la observación y el estudio de su rostro y que ayuda a conocer cuáles son sus mejores cualidades y qué otras debe potenciar.
-¿Y por qué el estudio del rostro y no de todo el cuerpo?
-Porque la única parte del cuerpo que generalmente está siempre a la vista de los demás es el rostro y éste es, además, la parte morfológicamente más diferenciada del ser humano, la más delicadamente modelada, aquella en que la vida de la conciencia aflora y se refleja en él pudiendo ser observado por los demás. El rostro es, de alguna manera, la manifestación primaria del "yo".
-Vamos, que el antiguo dicho de que "la cara es el espejo del alma" ha resultado cierto...
-Sí, entendiendo alma, etimológicamente, como el psiquismo de cada persona.
-¿Desde cuándo existe como disciplina?
-El deseo de adivinar lo que se encierra en el interior del individuo, en su psique y en su mente, es tan antiguo como la humanidad. Y, en ese sentido, ya desde los tiempos prehistóricos los hombres han practicado en alguna medida una fisiognomía rudimentaria. Pero sería el doctor Louis Corman, psiquiatra e investigador francés quien, tras rechazar el dualismo de René Descartes y aproximarse a las ideas de Spinoza -para quien cuerpo y espíritu son las dos caras de una misma realidad-, crearía la disciplina de la Morfopsicología.
Obviamente, las investigaciones y estudios que le llevaron a su estructuración son complejas y resultaría difícil resumir en una breve entrevista los fundamentos científicos en los que se basa. Pero puedo asegurarle que he verificado y constatado personalmente a lo largo de 21 años sus postulados.
-Y si esta disciplina es ya tan veterana, ¿por qué no se imparte en las facultades de Psicología y Psiquiatría?
-Lo ignoro. Quizá -dice sonriendo- haya cierto recelo por parte de la clase dirigente. No resulta cómodo para nadie -pero mucho menos para los personajes públicos- que la gente pueda saber mirándoles sólo a la cara cómo es uno realmente y no cómo aparenta ser. A quien no le importa es a quien no tiene nada que ocultar.
-¿Es una ciencia de aplicación directa?
-Inmediata. Supone un paso radicalmente distinto al que la Psicología tradicional nos ha acostumbrado porque, además, nos lleva siempre al origen, allí de donde surge el carácter. Permite el diagnóstico del temperamento que dirige nuestra actividad en el mundo así como el pronóstico de los procesos de adaptación activo, afectivo y del conocimiento. Formarse en ella le sería pues de gran utilidad a médicos, psicólogos, psiquiatras, periodistas, profesores, maestros, abogados, jueces, directivos de empresa, comerciales, expertos en recursos humanos...
A los profesionales de la medicina porque pueden obtener con ella una información previa del paciente privilegiada. A los psiquiatras y psicólogos clínicos porque entenderán mejor los comportamientos individuales y grupales del paciente y de su familia y porque la transferencia del paciente al terapeuta se hace más fácil y con inmediatez. A los educadores, profesores y padres porque tendrán así una herramienta de gran ayuda ya que sabrán cómo orientar la educación de cada uno de los alumnos o de sus hijos. Sabrán, por poner un ejemplo, que un niño con ojos grandes tiene mayor capacidad de asimilación que la mayoría pero también que le cuesta más concentrarse por lo que en la escuela le deberíamos poner en primera fila y al lado de otro con ojos pequeños y boca pequeña ya que éste tiene más capacidad de concentrarse y menos tendencia a hablar, sobre todo si la boca tiene poco tono.
Y, por supuesto, le es útil a cualquier persona que desee potenciar sus relaciones familiares, sociales o íntimas.
-¿Y sirve para orientar profesionalmente a nuestros hijos?
-A nuestros hijos y a cualquier persona ya que, como he dicho, se pueden ver las tendencias naturales de cada individuo, conocer sus mejores cualidades y capacidades y, por consiguiente, dónde tendría mayores posibilidades de triunfar a poco que éstas se estimulen. Con lo que les ayudaremos a ser más felices. Muchas personas que me vienen a consultar sobre sus relaciones con los hijos me dicen: "Si le hubiera conocido antes habría aprendido a comprender mejor a mis hijos". En las consultas de relaciones de pareja ocurre lo mismo.
-Luego es igualmente aplicable al mundo de la empresa...
-A los expertos en recursos humanos les aporta grandes ventajas. Porque a la hora de seleccionar personal se puede detectar desde el principio si el candidato, por ejemplo, es complementario con el jefe o con el equipo que va a trabajar. En las negociaciones colectivas e individuales también es una herramienta de apoyo importante puesto que vemos si la persona es influenciable o no y en qué es influenciable, si en la cuestión mental, en la emocional o en la instintiva.
Asimismo, si sé qué predomina en cada persona -el pensamiento, los sentimientos o los instintos- también sabré cómo motivarla mejor. Algo muy útil, igualmente, en el caso de los comerciales y comerciantes ya que les hará obtener mayores ventas y sabrán fidelizar mejor a sus clientes.
-Estoy pensando en que para escoger pareja también puede ser interesante...
-Soy consciente de que una pareja de enamorados es incapaz de escuchar. La pasión es enemiga de la lucidez y es difícil que una persona a la que le atraiga otra escuche nuestro consejo. Por tanto, en estos casos aprendemos generalmente con los golpes de la vida. Pero deberíamos recordar que sentirse atraído por alguien no implica que uno piense de manera similar, que tenga los mismos gustos, inquietudes, intereses, aficiones, formación, expectativas... Además, del otro nos suele atraer inconscientemente aquello de lo que carecemos y, por tanto, la atracción se hace por los polos opuestos. De ahí que cuando decrece la pasión suelan quedar sólo los antagonismos, que serán fuente de ruptura. Obviamente, si dos enamorados supieran algo de Morfopsicología sabrían con antelación la posible armonía o dificultad de su relación en el futuro.
Muchas personas me consultan cuál es el fallo de su relación y se sorprenden cuando les hago ser conscientes de las tendencias naturales de ambos, causa de esa desarmonía.
-¿Me puede poner un ejemplo?
-Claro. Mire, si yo soy un hombre pasivo que tiendo a la comodidad, generalmente me atraerá una mujer muy activa; y a la mujer muy activa yo le atraeré porque en mí ve la calma. Pero cuando llevemos mucho tiempo juntos yo me preocuparé menos de la conquista y tenderé a la comodidad, a estar en el sofá; sin embargo, a ella, le apetecerá -por ejemplo- ir a hacer deporte o a bailar. En suma, será ella la que tirará del carro y yo iré montado en él, lo que poco a poco irá minando nuestra convivencia existiendo una alta probabilidad de que me abandone.
Si soy un hombre poco sociable me atraerá una mujer con necesidad de protagonismo y representación pero cuando estemos casados, como yo no necesito ni me gusta ir a fiestas o actos sociales aunque a ella le fascine, ello será fuente de discusión y probablemente de ruptura. Podría seguir pero se haría interminable...
A mi consulta acuden cada vez más parejas al borde de la ruptura pero haciéndoles conscientes de sus antagonismos ha habido una comprensión más rápida y cediendo cada uno algo han hecho la relación más llevadera; pero sólo con una justa comprensión.
Hace unas semanas vino un señor con algunas fotografías de su mujer y me preguntó cuál era la causa de que no quisiera hacer el amor con él. Se trataba de un hombre con unos instintos muy potentes y un cerebro muy racional pero su zona emocional, sentimental, era prácticamente nula; o sea, la típica persona asocial. Le pregunté entonces cuántas veces había regalado flores a su mujer, cuántas veces se había sacrificado por ir a una fiesta -a él no le gustaba ir y a su mujer sí-... Y unas cuantas preguntas más por el estilo. Se quedó sin saber qué decir y tomó nota. Luego, más tranquilo, me llamó para darme las gracias ya que él no era consciente de sus carencias.
Para que un matrimonio funcione debe haber afinidades, amor y armonía sexual. Y para lograrlo es esencial que se sientan en la "misma longitud de onda". Asimismo, uno debe entender que el otro, como él mismo, necesita sus parcelas propias de autonomía.
-¿Con la Morfopsicología se puede saber si una persona, por ejemplo, es activa, impulsiva, tenaz o egoísta?
-Sí, se puede saber casi todo: su grado de inteligencia, su carácter, sus aptitudes, sus actitudes.... Se puede saber si uno es activo a nivel intelectual, afectivo o instintivo y dónde será más generoso en estos niveles. También podemos deducir el grado de sensibilidad de cada persona y cómo es su sexualidad; si es activa, imaginativa y generosa o si es receptiva, pasiva o egoísta; las tendencias naturales de fidelidad o infidelidad; qué tipo de inteligencia tiene: si es lógica, intuitiva, concreta o abstracta; si es perseverante o inconstante...
Por ejemplo, hace unas semanas recomendé a un joven de 1,75 de estatura y 130 kilos de peso para un puesto de informático (programación y gestión), un muchacho que había tenido ya muchas entrevistas y no le contrataban porque un obeso tiene tendencia a la inactividad física. Sin embargo, con la Morfopsicología observamos que a nivel mental era muy activo. Lo presentamos a la empresa y les dimos las explicaciones pertinentes ya que tienen confianza en esta disciplina y el resultado es extraordinario. Si no hubiésemos sabido Morfopsicología este hombre, por razones de estética -que hoy tanto se valoran-, no hubiera encontrado trabajo a pesar de que es un gran profesional de excelente rendimiento.
-Empieza a darme la impresión de que la Morfopsicología puede ser tildada de determinista...
-De ninguna manera: la Morfopsicología no es determinista. En el ser humano hay influencias genéticas, medioambientales, sociales, educacionales, nutricionales, afectivas... Ahora bien, si el medio ambiente nos cambia, la cara también nos cambiará; y si nuestro psiquismo cambia, nuestra cara cambiará. Eso está comprobado.
Saber Morfopsicología puede, pues, hacernos conscientes de nuestras virtudes y defectos y, conociéndolas, cambiarlas, mejorarlas o potenciarlas. Por tanto, la Morfopsicología no es sinónimo de petrificación sino de evolución, de educación de nuestra sensibilidad con vistas a una mayor adaptación al medio.
-¿Y con el libro que acaba de publicar se puede aprender Morfopsicología?
-Si una persona es paciente puede saber si la otra se mueve por el pensamiento, por los sentimientos o por los instintos, si es activa o pasiva, si es constante o inconstante y muchas cosas más. Aunque la Morfopsicología requiere perseverancia.
-¿Y cuáles son las principales características que se estudian en el rostro?
-En primer lugar, el grado de dilatación o retraimiento de la cara. En segundo lugar, la forma; es decir, lo que llamamos el modelado, que nos indica el grado de socialización y cómo son nuestros contactos; en tercer lugar, el tono; y, en cuarto, el marco y los receptores. Además, hay que estudiar el rostro dividiéndolo horizontalmente en tres partes: la superior nos habla de la cuestión cerebral, la media de la afectiva y la inferior de los instintos.
-¿Qué es un rostro "dilatado? ¿Y uno retraído?
-A grandes rasgos, un rostro dilatado es el propio de una persona gorda y uno retraído el de una persona delgada. La persona de rostro dilatado suele tener la cara ancha (a veces cuadrada) si se le mira de frente y convexa si se le observa de perfil. Asimismo, los ojos son más bien grandes, la nariz respingona, los labios carnosos y abiertos y la boca grande.
En cuanto a la persona de rostro retraído diré sólo que sus características son las opuestas. Pero hay que decir que no existe el retraído puro.
-¿Y cuántos tipos de rostro tiene establecidos la Mosfopsicología?
-El tipo de rostro o modelado puede ser, básicamente, de cuatro clases: redondo, plano, ondulado o abollado.
Las personas con el rostro redondo destacan por sus contactos suaves, fácil adaptación y buena receptividad. Pero su sensibilidad es lenta en despertar.
Las de rostro plano son personas poco flexibles y es difícil el contacto inicial con ellas. La cara refleja la tensión interna.
Las de rostro ondulado son personas con un alto grado de socialización, gente con dulzura y que se esfuerza a la hora de luchar.
Por su parte, las de rostro abollado son pasionales, conflictivas y de difícil equilibrio. Suelen tener reacciones bruscas.
-¿Qué es el tono energético?
-Hace referencia al grado de vitalidad de la persona, a su actitud general ante la vida: activa o pasiva.
Una persona con tono es extrovertida, activa, voluntariosa y de carácter influyente y valiente. Una átona, en cambio, denota falta de vitalidad y de actividad. Es más pasiva, introvertida, ansiosa y de mentalidad más cobarde.
Las personas con tono tienen en general rostros musculosos y firmes sin apenas grasa. Asimismo, sus órganos sensoriales -boca, nariz, ojos y oreja- suelen estar más bien expandidos.
Las átonas tienen la carne blanda, fofa, falta de tensión, caída. Y los receptores dan la impresión de hundirse.
-¿Y qué es el marco? ¿Y los receptores?
-Cuando hablamos del marco nos referimos al armazón óseo (frente, sienes, pómulos, mandíbula inferior y mentón) que acolchan los músculos. Y nos informa de las energías, las capacidades, las necesidades humanas. En suma, de la vitalidad y potencia -sobre todo física- de la persona así como de su capacidad de realización. Luego, el tono energético nos dirá si ese potencial está activado o no. En cualquier caso, tanto un exceso como una carencia de tono son negativos.
Los receptores sensoriales son, obviamente, los ojos, la nariz y la boca. Y nos dicen cómo administramos las energías que tenemos y cómo es nuestra comunicación.
-Por lo que infiero, el estudio bien hecho de un rostro no es tan simple... -Ciertamente, no. Requiere conocimientos, tiempo y experiencia. Pero se aprende.
LOS ESTUDIOS DE MORFOPSICOLOGÍA
-En España, sin embargo, no está reconocida la Morfopsicología a nivel académico...
-No, aunque en la Universidad de Lille (Francia) ya se da como asignatura en la Facultad de Psicología. Nos aguarda una larga lucha pero estoy convencido de que acabará siendo reconocida. De hecho, la carrera de Psicología en España no tiene más de 40 años. La Grafología, que se admite en los tribunales, tampoco está reconocida en España. De hecho, en Italia se creó la Diplomatura Universitaria de Grafología en 1998.
Así pues, si demostramos la valía de estos estudios no tendrán más remedio que aceptarlos ya que es una herramienta muy útil que puede hacer mucho bien. Bueno, en malas manos también se puede hacer mucho daño. Por eso debe regularse.
-Y los estudios actuales, ¿qué duración tienen?
-Tres años. Hasta ahora sólo se podía Morfopsicología en Francia pero la primera promoción que ha cursado estudios en nuestro país se examinará en breve en Barcelona. Y pronto habrá cursos en Madrid. Eso sí, ya aviso que el plan de estudios es muy exigente.
http://www.dsalud.com/numero20_5.htm